Los datos que aparecen en la imagen de este artículo han sido
tomados del artículo "Así van las encuestas del 14F" del diario.es
el día 3 de febrero de 2020, en el que da cuenta de un modelo de predicción basándose
en las encuestas realizadas hasta la fecha.
Representación gráfica
Partiendo de estos datos he situado a los partidos políticos
catalanes que pueden obtener representación parlamentaria en las elecciones del
14F en las coordenadas de dos ejes, uno horizontal que fija la posición entre
izquierda y derecha y otro eje vertical identitario en el que se muestra el
deseo de que Cataluña se convierta en una república independiente de España.
El tamaño de la superficie de los círculos que representan a
los partidos está en relación con el porcentaje de voto que se predice que
puede obtener cada partido.
La ubicación de los partidos en este tablero es subjetiva,
pero no es caprichosa; en el eje vertical es bastante fácil colocarlos pues
responde a las posturas sobre la independencia de Cataluña: unos están absolutamente
a favor, y otros, los partidos unionistas que defienden una Cataluña unida a
España, están radicalmente en contra. La posición intermedia del PSC y de
los Comuns se debe a la intención favorable a la realización de
un referéndum manifestada por sus electorados en los sondeos sobre este asunto;
el partido de los Comuns ligeramente más dispuesto al referéndum
que lo que manifiestan los dirigentes del PSC.
En el eje izquierda-derecha su posicionamiento es algo más
difícil, pues no es posible atender a un solo criterio y a veces difieren
bastante el ideario establecido en sus estatutos y sus programas electorales
con sus acciones políticas, ya sean de gobierno o de oposición. Espero que los
lectores no encuentren muy desajustado el sitio en que les he colocado. No
obstante, creo que la exactitud del lugar que ocupen no es excesivamente importante
siempre que no haya mucha desviación; tiene más relevancia la posición relativa
que se ocupa respecto de los demás partidos.
Análisis de los datos
Hay que tener en cuenta las siguientes características de la realidad
catalana.
En primer lugar, hay que dejar constancia de que el sistema electoral catalán
establece que una vez propuesto un candidato por el presidente de las Corts
deberá ser aprobado en primera votación por mayoría absoluta, o 48 horas
después por mayoría simple. En este sistema se puede votar contra el candidato,
lo que permite bloquear la creación de gobierno si no se consiguen suficientes
apoyos para que voten a favor, o se abstengan en la segunda votación, para que
los votos en contra no superen los favorables al aspirante. Este extremo es muy
importante, pues si en dos meses no se consigue elegir un candidato se deberán
convocar nuevas elecciones. Así pues, será necesario llevar a cabo
negociaciones productivas en busca de los apoyos a favor o que garanticen la abstención
en la segunda vuelta.
La atomización del voto y el posible reparto de los escaños entre nueve
formaciones políticas va a ser la causa de la dificultad de alcanzar mayorías.
Y, además, la actual distribución de votos convierte en misión imposible el
logro de la mayoría absoluta en la tesitura actual. El Parlament consta
de 135 diputados por lo que la mayoría absoluta se alcanza con el voto de 68 escaños.
Así que, con los datos manejados, es muy probable que sea necesario
lograr un acuerdo tripartito, bien para un pacto de gobierno o bien para
la inicial investidura del candidato.
Algunos principios de la negociación política
Hemos de tener presente que hay algunos factores decisivos en la
negociación política y que hay que considerar a la hora de especular sobre los
pactos postelectorales.
- Resulta elemental entender que los pactos no los hacen los partidos
sino las personas, así que como primer requisito básico para alcanzar el
acuerdo es que entre los líderes de los partidos políticos que vayan a negociar
no haya animadversión, ni rivalidad tribal.
- En principio, puede ser más fácil entenderse cuanto más parecida sea
la ideología de los partidos.
- Es casi imposible entenderse con quienes se hayan escindido
previamente, a no ser que hayan cambiado los líderes que produjeron el
desencuentro de la escisión.
- Los partidos que están muy próximos ideológicamente rivalizan
permanentemente por el mismo espacio político y por su electorado. Las
tensiones que suelen producirse en época electoral se atemperan tras el paso de
las elecciones.
- Es muy difícil llegar a acuerdos con partidos antagónicos que están
situados en los extremos opuestos de un mismo eje, pues la dinámica habitual es
la del enfrentamiento continuo. No obstante, puede haber alguna buena causa. o
compartir un interés común temporal, que le una provisionalmente.
- Resultan inconvenientes los pactos entre partidos que ocupan el poder de
forma alternativa pues existe un riesgo alto de confundir al propio electorado
que no suele entender la alianza con el rival. Puede ser una medida fatal a corto
plazo.
- A los partidos que han sido hegemónicos y que han gobernado siempre en
solitario les cuesta compartir el poder, pero también les resulta doloroso perderlo,
por lo cual en ocasiones estarían bien dispuestos al pacto con tal de continuar
en el gobierno.
Análisis del tablero político
Ahora, observando con detenimiento el tablero que he dibujado puedo
hacer varias consideraciones:
- Lo primero que llama la atención es que el PSC ocupa el centro
del tablero. Estoy seguro que muchos los situarán un poco más arriba o más
abajo, o más a la izquierda o más a la derecha; es igual, eso no cambia
sustancialmente su situación de centralidad. Tampoco cambia nada que tenga unos
pocos más o unos pocos menos votos, a no ser que alcance a ser el que más
escaños consiga, pues en ese caso (como ya ha adelantado Salvador Illa que hará)
será el PSC quien tenga la iniciativa de buscar acuerdos para intentar
ser investido President.
- Todas las fuerzas políticas, excepto el PSC están situadas en
los extremos del tablero.
- Se aprecia con nitidez que el tercer cuadrante, donde se situarían los
partidos anticatalanistas de izquierdas está prácticamente vacío. No hay en
Cataluña fuerzas españolistas de izquierda.
-Los partidos que se oponen radicalmente a la independencia de Cataluña
ocupan casi el mismo espacio, muy a la derecha del tablero; se solapan y
constituyen un bloque ideológico.
- El bloque unionista tiene muy poca representación (entre los tres
partidos no llegan a sumar el número de votos del tercer partido). Aunque goce
del favor de los medios de la nación española y disponga de una gran
repercusión mediática eso no le otorga ninguna ventaja para lograr pactos.
- Aunque en política no hay nada imposible, podemos dar por seguro que
ninguna de las formaciones del bloque unionista puede realizar ningún pacto
electoral con ninguno de los partidos catalanes. La única, remota, posibilidad
podría ser con el PSC, ante una situación excepcional o razón de Estado
como ocurrió con el acuerdo para aplicar el artículo 155 de la Constitución en
2017, pero no parece ser este el caso.
Interpretación
Partiendo de estos posibles resultados electorales y de la posición que
he estimado en el tablero, me permito especular sobre las distintas posibilidades
que nos ofrece este escenario electoral.
Las dos principales posibilidades de acuerdos postelectorales son: el acuerdo
de los independentistas en el eje identitario, o el acuerdo de la
izquierda en el eje ideológico.
El PSC dispone de una posición privilegiada que le permite una
amplia capacidad de interlocución con la mayoría de los partidos que los demás
partidos no tienen, pero las manifestaciones de Salvador Illa en la campaña
electoral de que no pactará con los partidos independistas le han restado
movilidad. Los demás tienen limitadas sus posibilidades de acuerdo a sus
próximos, ya sea en el eje ideológico o en el eje identitario,
Debido a la trascendencia que tiene ser el ganador de las elecciones
para presentar candidato, voy a presentar esta exposición en función de quien
pueda vencer en los comicios, que según las encuestas pueden ser el PSC,
ERC o Junts pel Sí.
Gana las elecciones Junts pel Sí
Si la suma con los escaños de ERC, alcanzase los 68 escaños se
repetiría muy probablemente el gobierno actual existente. Si les faltasen
algunos escaños para lograr la mayoría podría buscarse la solución actual de la
abstención de la CUP como ocurrió en la investidura de Quim Torra. Si no
fuese posible esta abstención de la CUP se intentaría buscar una
abstención de los Comuns. Las rivalidades entre Junts y ERC
quedarían aparcadas hasta las próximas elecciones.
No veo ninguna posibilidad de que en este acuerdo pueda participar el
PSC de ninguna manera.
Gana las elecciones ERC
La situación podría ser muy parecida al caso anterior, prácticamente
idéntica, con la salvedad de quién ostente la presidencia. En el caso de un
empate, estaríamos ante una situación endemoniada que casi habría que resolver
con una moneda.
Las alianzas serían las mismas que en el caso anterior. Podría darse una
variante, si la CUP decidiese entrar en el gobierno con alguna cartera.
Gana las elecciones el PSC
Algunas encuestas están ofreciendo este resultado. En este caso, el
candidato del PSC ha asegurado que él lo intentará, no como hizo
Arrimadas que no dio ese paso.
Queda descartada la posibilidad de un gobierno de identidad nacional
española (constitucionalista como les gusta llamarse) que no suma la mayoría
necesaria para alcanzar la investidura; ni contando con los escaños de los Comuns,
que ni en sueños votarían junto al PP o a V0X.
En la actual correlación de fuerzas, creo que si el PSC quiere
gobernar no tiene más opciones que tratar de buscar apoyos para construir un
gobierno de izquierdas. No sería la primera vez, recordemos el tripartito de
Montilla, aunque aquel PSC era más nacionalista que el actual. La teórica
posibilidad de constituir un gobierno por la izquierda pasaría por establecer
un acuerdo con los Comuns (en la órbita de Unidas Podemos) con
quienes gobiernan en Madrid y sumando con ERC, suponiendo que entre los
tres alcancen la mayoría de 68 escaños. Aunque lo que se dice en campaña
electoral se puede desdecir a posteriori, a mi entender, las contundentes
afirmaciones de Illa de que no pactará con los independentistas le han cerrado
este camino.
Por otra parte, ERC no podría avenirse a un pacto de esta
naturaleza, con los socialistas, habida cuenta de la pugna que mantiene con Junts
pel Sí por el liderazgo del independentismo; bastante tienen que aguantar
por sus apoyos al gobierno del Estado. A no ser, que en este acuerdo se pactase
la celebración del referéndum por la independencia de Catalunya, que permitiese
sacar pecho a ERC, pero lo veo ciertamente improbable pues, para el PSOE,
una contrapartida de esta índole sería darle munición a la derecha nacionalista
española.
Conclusiones
De este panorama se puede deducir que las fuerzas españolistas radicales
pueden perder casi la mitad de sus apoyos populares y parece que muchos
de los votos anticatalanistas del PP y Ciudadanos emigran hacia
las posiciones más moderadas del PSC.
Aunque no llegue a gobernar, el gran ganador de las elecciones será
el PSC, que podría estar cerca de doblar sus últimos resultados
electorales.
Como resumen y conclusión de todo lo antedicho no solo es posible, sino
que es muy probable que el gobierno de Catalunya siga igual.


