domingo, 20 de diciembre de 2020

Los efectos adversos de la vacuna

Resulta que, según el Deustobarómetro, el 40,5% de los vascos (genérico inclusivo) no piensa ponerse la vacuna de la covid-19, y un 10% esperará un tiempo antes de hacerlo.

Se dan todo tipo de explicaciones: que es experimental, que no quieren ser conejillos de indias, que no es segura, que no se saben sus efectos adversos, que solo es negocio para las farmacéuticas, que no tiene prospecto, etc…, por no mencionar algunas más peregrinas, como la de que que nos van a inocular un chip para controlar a la sociedad.

Por otra parte, se puede leer en los informes del Gobierno Vasco sobre drogas y adicciones que un 32% de la población vasca consume tabaco diariamente y que un 35% ha consumido drogas ilegales. Y del alcohol ni hablamos, que lo consume el 70%. 

El barómetro de diciembre de 2020 del CIS -Centro de Investigaciones sociológicas-, informa que el 28% de los españoles no desea ponerse la vacuna y otro 14% pone algunas condiciones para vacunarse. Los datos de España sobre consumo de drogas no son muy diferentes de los de Euskadi; según el Informe del Ministerio de Sanidad y Consumo de 2019 sobre Alcohol, Tabaco y Drogas Ilegales en España, el 34% de la población española entre 15 y 65 años consume tabaco a diario, el 64% ha consumido alcohol en el último mes y el 26% ha consumido cannabis en el último año. En 2018, el 52% de los ingresos en urgencias hospitalarias relacionada con las drogas fueron debidos a la cocaína que junto con el cannabis (49,4%) son las sustancias ilegales con mayor presencia en este indicador.

Ahora, ya nos podemos reír abiertamente de la incongruencia o incoherencia de quién no se fía de un producto farmacéutico elaborado en un laboratorio con las máximas medidas higiénico-sanitarias y suministrada por profesionales de la salud con todas las medidas profilácticas posibles, pero se fía de un polvo blanco fabricado en la selva de Colombia, comprado en un piso franco a un camello que trabaja para una organización de narcotraficantes; o que se fuma mezclado con tabaco una pasta de color chocolate que puede estar mezclada con mierda de camello (animal) que ha comprado al camello (humano) de la esquina.

También podemos partirnos de risa de quien dice que la vacuna no tiene prospecto o que no se saben las secuelas de la vacuna pero hace caso omiso de las advertencias de las cajetillas de los cigarrillos y donde se advierte claramente de las secuelas de fumar ese producto (en el que ni tan siquiera pueden poner tabaco en su envoltorio porque tiene un 70% de sustancias que no son tabaco y no nos cuentan).

Me imagino que también harían muchas risas, aunque no creo que les hiciese gracia, los camellos a los que se les pida el prospecto de las pastillas.

Por supuesto, es legítimo no querer vacunarse. Mis risas y reflexiones no van dirigidas a ellos, solamente a quienes mantienen las incoherencias a las que me he referido.

Y me pregunto qué puede pasar por la cabeza de quien se niega a participar en el lucro de la industria farmacéutica y no tiene inconveniente alguno en consumir drogas ilegales y enriquecer a los cárteles del narcotráfico.

Resultaría divertido que a partir de ahora al consumir drogas (legales o ilegales) solicitemos el prospecto. Ejemplo: Antón, pon dos crianzas, un zurito y un Verdejo. ¡Ah, y los prospectos!

Publicado el 20 de diciembre de 2020

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